La imagen que vio le produjo un inmenso dolor.
Todos los árboles arrinconados inclinaban sus troncos unos con otros, las ramas se entremezclaban llorosas, solo se oían murmullos y lamentos.
¿Qué os ha pasado? Preguntó asustada
¡No podemos soportar tanta tristeza! ¡No ves en que estado hemos quedado! ¿Dónde están nuestras maravillosas hojas? ¿Dónde ha quedado la admiración al vernos? ¿Dónde la sombra protectora? ¿Acaso es la muerte que se acerca? ¿Será el viento, que envidioso castiga nuestro baile, al compás de su rugir?
¡Contesta tú, hada del bosque!
Sus ojos se volvieron dulces y tiernos ¿acaso no sabéis en que estación estamos?
Todos se volvieron esperando encontrar en el otro una respuesta
Solo hubo silencio…..
¡Hemos empezado el otoño!
Mª ASUNCIÓN VICENTE BERNÁ
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