jueves, 3 de enero de 2008

Platero y Yo

Capítulo XLIII
AMISTAD


Sabe Platero que, al llegar al pino de la Corona, me gusta acercarme a su tronco y acariciárselo, y mirar el cielo a través de su enorme y clara copa; sabe que me deleita la veredilla que va, entre céspedes, a la fuente vieja; que es para mí, una fiesta ver el río desde la colina de los pinos, evocadora, con su bosquecillo alto, de parajes clásicos. Como me adormile, seguro, sobre él, mi despertar se abre siempre a uno de tales amables espectáculos.
Yo trato a Platero cual si fuese un niño. Si el camino se toma fragoso y le pesa un poco, me bajo para aliviarlo. Lo beso, lo engaño, lo hago rabiar... Él comprende bien que lo quiero, y no me guarda rencor. Es tan igual a mí, tan diferente a los demás, que ha llegado a creer que sueña mis propios sueños.
Platero se me ha rendido como una adolescente apasionada. De nada protesta. Sé que soy su felicidad. Hasta huye de los burros y de los hombre...
ACTIVIDADES:

1- Después de leer el texto, explica con tus propias palabras lo que cuenta el texto.
2- Señala verdadero o falso.

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El protagonista quiere mucho a Platero.
- El protagonista trata a Platero como si fuese un adulto.
- Cuando el camino se hace más duro el protagonista le da animo al burrito, pero no se baja.
- El protagonista cree que son idénticos.


3- Ahora piensa en tu mejor amigo, describe las cosas que te hacen sentir feliz respecto a él. ¿Se parece en algo a la amistad que se cuenta en el texto? ¿Crees que la amistad de un animal con un humano puede ser la misma que sucede entre los humanos?
Después de realizar esta actividad se entablará un pequeño debate entre los niños.

4- Marca los adjetivos que encuentres, y utiliza algunos para describir el animal
que quieras.
5- Busca las palabras que no entiendas en el diccionario y construye una frase con cada una.


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